martes, 17 de junio de 2014

Madina y el Rey

A pesar de una salvaje crisis económica que sigue agarrada al cuello de España, a pesar del auge de un frente popular furibundamente antimonárquico, a pesar de un desafío separatista que se acerca a su último estadio, a pesar de los procesos judiciales que afectan a la Familia Real, a pesar de todo esto, Juan Carlos I ha entendido que el actual es el mejor momento para abdicar.

Una decisión poco comprensible en una primera lectura, pero perfectamente justificada si atendemos al corto plazo de un Partido Socialista que, junto con el Partido Popular, habrá de garantizar la continuidad de la Corona en las Cortes Generales. Rubalcaba lo deja, en pocos meses perderá el control del partido y las alternativas con más opciones para sustituirle son, a falta de sorpresas de última hora, básicamente tres: Susana Díaz, Carmen Chacón y Eduardo Madina. Nadie, en los pasillos del Estado, teme un PSOE liderado por Díaz o Chacón; lo de Madina es diferente.

La presidenta de la Junta alabó la figura del Rey y se refirió al futuro Felipe VI como "la nueva generación que habrá de liderar los nuevos tiempos". Chacón, enfrentada en soledad al resto del PSC por el llamado "derecho a decidir", aplaudió igualmente que el Monarca dejara paso a otra generación. Madina, republicano reconocido, rompió el discurso oficial e invitó a escuchar "el debate abierto hoy en las calles" y advirtió que "todos los debates van a estar abiertos".

No es la primera vez que Eduardo Madina exhibe un perfil marcadamente izquierdista. Hace unos meses, durante la tramitación de la Ley de Seguridad Ciudadana y después de una bronca monumental con el Ministro del Interior, advirtió: "Bastará que ustedes manden al Consejo de Ministros una ley que limite un milímetro las libertades que ahora tenemos para que haya una oleada de protestas como nunca ha habido: no sé cuántas asociaciones civiles y ciudadanas saldrán a la calle, pero el PSOE saldrá".

Sobre el órdago separatista de Artur Mas Madina pide al Gobierno "entender la complejidad de Cataluña" aunque, eso sí, sin demasiada esperanza: "La derecha española sabe mucho de tensiones territoriales, son años de discursos anticatalanes, de boicot a productos catalanes...". Una postura que no sorprende habida cuenta de la defensa del "derecho de autodeterminación" que hacía en sus tiempos como secretario de Política Institucional del PSE: "Si Euskadi dice que quiere la autodeterminación, negársela es imposible porque en democracia los políticos están para hacer lo que el pueblo diga" (El País, 3 de abril de 2000).

En octubre del año pasado, después de una operación contra el colectivo de presos de ETA Herria, el candidato socialista dudó públicamente de la idoneidad de una actuación "tan aparatosa". En tanto ubicado en el ala más a la izquierda del partido, Madina puede hacerse valer como el único dirigente capaz de taponar la fuga de votos a Izquierda Unida y Podemos.

No cuenta con apoyos entre los veteranos del partido, es cierto, pero sí con un padrino de lujo que ve en él a su alter ego: José Luis Rodríguez Zapatero. Con todo, podría colegirse que si la Casa Real precipitó la abdicación por temor a la irrupción de un líder socialista que dinamitara los pactos tácitos de la Transición, probablemente pensaban en Eduardo Madina.

(publicado en elsemanaldigital.com el 6 de junio de 2014 -enlace aquí-)

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